
El secreto y la manera de decodificar la información, se encontraba entre las páginas de la revista Alumni, la cual se vendía en las inmediaciones de los estadios y poseía una tirada promedio de 65.000 ejemplares.
El sistema era el siguiente: a través de conocer la asignación de letras para cada equipo en esa jornada, se podía saber que los otros partidos de la fecha eran, por ejemplo, River-Boca, Independiente-Racing, San Lorenzo-Huracán, Newell's-Central, Estudiantes-Gimnasia, Vélez-Ferro, Argentinos-Platense y Banfield-Lanús, junto con a quien pertenecía cada uno de los resultados: 2-0, 4-1, 0-0, 3-0, 1-0, 1-5, 0-1 y 4-2.
Con la difusión de las radios portátiles la presencia del tablero, antes la única fuente de información que existía para que los espectadores pudieran conocer los resultados, fue perdiendo importancia.
El 3 de mayo de 1964, previendo la situación, dado que por un conflicto con los relatores no hubo transmisiones radiales desde los estadios, se imprimieron y agotaron más del doble del habitual de ejemplares: 135.000, generando el récord de ventas para esa publicación.
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