jueves, 11 de noviembre de 2010

HASTA SIEMPRE PRESIDENTE

Por Diego Castaño
Participar de la despedida del ex presidente de la república, Néstor Kirchner fue, sin duda una sensación imponente. Más allá de mi adhesión en general a las políticas llevadas adelante por la gestión, como ciudadano haber estado ese día en la histórica Plaza de Mayo hicieron sentirme pleno.
Jóvenes por todos lados, los ví llorando, gritando, aplaudiendo, cantando con banderas en las manos, fue el común denominador de estos trés días, una notable cantidad de jóvenes que sintieron la necesidad de despedir al líder.
Indiscutiblemete para muchos fue un cachetazo de la realidad, algo que no quisieron ver nunca, la Plaza de Todos mostraba a todos el mejor legado de Kirchner: la participación de la juventud.
Peronistas, esos mismos que vieron en Néstor y ahora en Cristina levantar las banderas del verdadero peronismo, el mismo de Juan Perón y Evita, no la tremenda mentira de Menem, que elevó un discurso peronista y llevó adelante un proyecto neo liberal devastador para nuestro país.
Además de radicales, socialistas y de otras corrientes que vieron en Kirchner una persona que les habló de frente, sinceramente y gobernó para todos, dandole un poco más de posibilidades a los que menos tienen y se puso al frente luchando contra viento y marea, en pos de capear el temporal y darle el rumbo más justo. Eso es lo que molesta, sobre todo a la clase media que se olvida rapidamente de todo. Hace poco tiempo atrás el país era un caos, pero se quiere saber poco y en tal sentido esa misma clase media termina apoyando a los que siempre la castigaron.
En mi recorrida por la Plaza ese jueves intenté por un momento observar detenidamente todo para reflejar a ciencia cierta lo que se vivía. Escuche cantar contra Cobos, por la re elección de Cristina, la marcha peronista, por Néstor y sus logros, pero escuché una frase de una persona mayor hablando con un jóven de una de las agrupaciones presentes, cerca de la reja mientras observaba los carteles frente a la Casa Rosada:  "Es simple, para trascender tenes que estar del lado del pueblo", me quedé mirándolo entre la gente y después de unos segundos, me dije: la verdad es que tiene razón.
El pueblo esos días le brindó a Néstor Kirchner un emotivo y mutitudinario adiós, pero también es verdad que estar al lado del pueblo a veces molesta bastante.